jueves, 13 de julio de 2017

¡GRACIAS!

   Bueno, HORMIGUITAS, hemos llegado al final de un camino recorrido juntos durante tres años, guardando muchas vivencias que recordaréis siempre y os acompañarán en la nueva etapa que estáis a punto de comenzar. Extrañaré vuestras miradas asombradas a la hora de escuchar y, ahora ya, de leer cuentos, vuestras lágrimas, vuestras ideas brillantes y esas risas contagiosas que surgían en cada juego, vuestros logros, los sentimientos hacia nuestras mascotas, Pelitos y Peloncho, Patosa, Poqué y el Hada Popeta. ¡Y cómo no! Nuestro jardinero Aurelio, con quién hemos aprendido a leer.

   HORMIGUITAS, gracias por vuestro ejemplo de esfuerzo y perseverancia, de inocencia, alegría y amistad, valores que ojalá maduréis y conservéis siempre. Haced que vuestros papás, vuestra seño Cris y vuestro cole San Francisco y Santo Domingo nos sintamos orgullosos de vosotros. Deseo que seáis felices, que crezcáis con alegría y disfrutéis de cada cosa que hagáis. Recordaré cada momento compartido con vosotros, cada sonrisa, cada lágrima... cada abrazo y cada logro. Recordaré vuestras caritas al entrar al aula cada día, vuestras manos llenas de témpera al realizar una obra de arte, vuestras iniciativas únicas y esas palabras en cada asamblea.

   HORMIGUITAS, os deseo mucha suerte y recordar que vuestra seño Cris siempre estará ahí para cualquier cosa que necesitéis.

   Papis, he intentado instruir a vuestros hijos/as, regañándoles y siendo a veces un poco dura con ellos cuando no hicieron las cosas bien, he limpiado sus lágrimas, les he cuidado y aconsejado, he intentado transmitirles con firmeza y con cariño buenos conocimientos y valores, valores que vosotros como padres y nosotros como colegio debemos hacer crecer y madurar en la vida de estos niños y niñas. Papis, desde el corazón os doy las gracias. A todos, gracias por vuestra dedicación, vuestro tiempo, paciencia, comprensión y esmero en los talleres que habéis realizado. Sois grandes artistas. GRACIAS. Os agradezco la confianza plena que depositasteis en mi persona, confiándome vuestro tesoro más grande: vuestro hijo/a. Quiero agradeceros también vuestro trato a lo largo de estos maravillosos tres años, gracias por vuestro apoyo continuo, vuestro trabajo y amistad, por vuestro esfuerzo, ayuda y colaboración. Pido disculpas, si os he hecho sentir incómodos y molestos con mis palabras, y han dado pie a malos entendidos. Pienso que todo el trabajo y esfuerzo de estos tres años  ha merecido la pena.

   GRACIAS DE CORAZÓN POR TODO LO QUE ME HABÉIS DADO DÍA A DÍA, Y POR COMPARTIR CONMIGO ESTE CAMINO. ¡UN ABRAZO Y HASTA SIEMPRE!
                                                                                      VUESTRA SEÑO CRIS

No hay comentarios:

Publicar un comentario